Málaga Invisible

La realización de obras o intervenciones no autorizadas en el casco antiguo de las grandes ciudades ha sido una realidad hasta hace bien poco. Afortunadamente la conciencia por la protección de bienes que formen parte del Patrimonio Cultural y la puesta en valor de sus valores culturales ha cambiado, y hoy en día las rehabilitaciones de bienes inmuebles es controlada con lupa por las administraciones públicas, evitando la puesta en riesgo de la historia que guardan este tipo de edificaciones.

Un ejemplo viviente de la Málaga invisible lo encontramos en Calle Hinestrosa, entre Madre de Dios y Frailes. Un breve tramo de aceras peatonales que guardan la historia detallada de la Málaga del s. XVIII, una ciudad que se resistía a la Ilustración, una ciudad que entonaba sus primeros cantes, castigada por las hambrunas y que ignoraba lo que tendría que sufrir con los desmanes absolutistas.

Es en este trocito minúsculo de la ciudad de Málaga donde encontramos verdaderas joyas de la historia, casas de época, que gracias al respeto de sus rehabilitadores están dejando entrever pinturas y murales, con motivos geométricos y silvestre, que en algún momento la inconciencia o desesperación de alguno, eran tiempos de cólera, tapó bajo cal viva.

Mármoles Fernández ha tenido la suerte de trabajar recientemente en una de estas rehabilitaciones. Un proyecto precioso en el que los arquitectos Susana Gómez de Lara y Álvaro Rodríguez Rodríguez, de Arquimas + Arquitectos, mezclan como si de una pócima milagrosa se tratara lo antiguo con lo nuevo, consiguiendo una fusión casi perfecta que nos transporta a otra época. Un trabajo delicado, que supone la recuperación de elementos constructivos originales y la incorporación de nuevos y respetuosos detalles. Un trabajo que requiere manos expertas, las manos de Andecopro 2001.

Sin prisa pero sin pausa la rehabilitación prosigue y muy pronto podremos ofrecerles imágenes de la casa completamente terminada. Para que se hagan una idea, les dejo la foto de una casa vecina. Coincidirán conmigo en que es una maravilla y sería una pena que este tipo de edificaciones siguieran en el olvido.

 

Muy cerquita de aquí, la iglesia de San Felipe Neri, también engalanada con estas decoraciones. En su interior nuestros mármoles y nuestro cariño a un proyecto tan bonito, pero eso ya será otra historia.